No, no hay espías. ¿Entonces?, ¿cómo es posible que los procesos judiciales se publiquen en la prensa a diario?.
A todo el mundo le sorprende que algo tan hermético y privado como un procedimiento judicial penal salga a la luz pública, a veces incluso contra la voluntad de los implicados en él.
Pero conociemndo un poco como funciona el sistema se explica la existencia de filtraciones permantes.
Normalmente en un proceso penal hay intereses contrapuestos y lo que para una de las partes es importante que lo sepa todo el mundo, a la otra seguramente no le hará tanta gracia.
Cuando un imputado se sienta delante del juez para declarar no estás solo ante él, están también el secretario judicial, el oficial del juzgado que transcribe las declaraciones, el fiscal y el abogado del imputado. Además si hay acusación particular o popular (que pueden ser varias), un abogado por cada una de ellas. Si hay varios imputados, también un abogado por cada uno de ellos. También puede haber jueces, fiscales o abogados u otros funcionarios en prácticas, que van a aprender). En suma que cuando el imputado va a declarar se queda más impresionado por la gente que tiene delante que por el hecho mismo de la declaración.
Cualquiera de estas personas puede filtrar la declaración, además de cualquier otro funcionario del juzgado donde se tramitan los autos o de otros juzgados que sean amigos del que lo tramita, los funcionarios de policía que intervienen en la investigación del delito, etc...
Es decir que es imposible saber quien ha filtrado la declaración, salvo que el periodista lo diga. Si hay alguien perjudicado por ello, primero debe de encontrar al responsable, aunque creo que siempre se podría reclamar a la Administración de justicia subsidiariamente, y luego demostrar el daño que se le ha producido, lo que tampoco es fácil ya que normalmente son daños morales. Además salvo que este declarado el secreto en el procedimiento pienso que cualquier persona tiene derecho a hacer públicas sus declaraciones.
Otra cosa es si juez declara el secreto en el procedimiento. En estos casos el juzgado debería tener especial diligencia en la custodia de los autos y en caso de filtraciones investigar de oficio, pero como no se hace lo primero, lo segundo ni se lo plantean.
Así que mientras no se cambie el sistema seguiremos conociendo toda la información judicial que para la prensa sea noticiable.
jueves, 30 de diciembre de 2010
sábado, 25 de diciembre de 2010
LLEGAR TARDE
No es difícil encontrar escritos y recursos como el que os presento cuando los redactan personalmente los internos de los centros penitenciarios. No se cortan en sus reclamaciones y las expresan con toda la naturalidad del mundo. En este caso el interno recurría manifestando haber llegado tarde a la vista donde se dilucidaba su caso alegando que había tenido que ir al baño, “un apretón” según sus propias palabras.
Pero lo que si que es difícil de encontrar son resoluciones judiciales que contesten y resuelvan estos recursos en el mismo plano, bajando al mundo de los vivos y con la gracia que lo hace en este caso la Audiencia Provincial de Gerona. Por ello os recomiendo la lectura del fundamento primero del Auto que viene a continuación.
sábado, 20 de noviembre de 2010
CONFESIÓN JUDICIAL
Casi todos mis compañeros de profesión recordarán que lo que ahora se llama en el proceso civil prueba de interrogatorio de las partes, antes se llamaba prueba de confesión judicial. Así las cosas, cada una de las preguntas que se formulaban a la parte contraria comenzaban por las palabras "confiese ser cierto que... ", lo cual chocaba bastante a los interrogados.
Pues bien os traigo hoy una anécdota de un procedimiento de divorcio que he sacado del baúl de los recuerdos, de cuando estaba yo en los inicios de mi aventura profesional ejerciendo en Salamanca. Resulta que el "confesante" era una persona bastante vehémente y cuando le formula el oficial del juzgado la priemera pregunta, le dice: "Confiese ser cierto que la convivencia matrimonial con su esposa,..., se ha deteriorado hasta el punto de ser imposible continuar compartiendo la vivienda familiar", el personaje contesta entre sorprendido e indignado: "QUE NO SE CONFESÓ NI PARA HACER LA PRIMERA COMUNIÓN, EN EL FRANQUISMO, CUANTO MÁS AHORA EN DEMOCRACIA...".
Me quedé estupefacto ante la falta de respeto que el interrogado mostraba ante el juzgado, pero no os penséis que la oficial que transcribía la declaración se sintíó excesivamente ofendida ó llamo al juez para que a su vez llamara al orden al sujeto. Todo lo contrario la declaración siguió más o menos normalmente y en el mismo tono.
La respuesta a la quinta pregunta fue la bomba; le preguntan por el importe de su pensión y responde: "Que es cierto que recibe una pensión por enfermedad de la seguridad social, de la cual me cuesta la comida del mediodía mil pesetas en un bar, ya que el desyuno y la cena la hago en mi casa, YO FUMO, YO BEBO, Y TENGO APETENCIA SEXUAL, LAS CUALES CUANDO LAS QUIERO SATISFACER LAS TENGO QUE PAGAR, YA QUE A LOS 16 AÑOS ENCONTRÉ POR PRIMERA VEZ UNA MÁQUINA DE DAR LECHE Y DESDE ENTONCES NO SUELO ORDEÑARME CON LA MANO".
Aparte de irrespetuoso y soez, también era mentiroso ya que estaba forrado de millones. Ahora, el ingenio no se le puede negar, tanto en sus declaraciones como en su actos, puesto que cuando llegó el momento de pagar las costas (al menos el juez le castigo económicamente), mandó a nuestro despacho al mensajero de Seur con dos sacas enormes de pesetas sueltas. Las famosas rubias volvieron por donde entraron ya que no se las recogimos al pobre mensajero que tuvo que cargar con ellas de vuelta.
Como es difícíl de creer los que os he contado, os pongo el documento que lo acreditan.
viernes, 29 de octubre de 2010
INJURIAS INGENIOSAS
Las relaciones familiares son protagonistas continuas en el ámbito judicial. No sólo en la jurisdicción civil (divorcio, alimentos, herencias…), sino también desde hace algún tiempo en la jurisdicción penal por el mayor castigo que se ha dispuesto para los delitos o faltas que se producen en el ámbito familiar (violencia de género), pasando incluso de falta a delito determinados tipos como las amenazas leves y las lesiones que no requieren tratamiento médico ó quirúrgico.
Sin embargo un tipo que no ha pasado de falta a delito, aunque si se ha incrementado su penalidad como falta, es el tipo penal de injurias leves en el ámbito familiar. No sé porqué razón no ha seguido el mismo camino que las amenazas y las lesiones, pero tal vez sea por reconocer la originalidad de algunas de esas expresiones injuriosas que los maridos cornudos profieren contra sus esposas cuando éstas son descubiertas con las manos en la masa, como la que recoge la sentencia del Tribunal Supremo de fecha 31 de enero de 1992: “puta, zorra, que no tienes bastante con lo de un perro, necesitas el cipote de un caballo…”
lunes, 25 de octubre de 2010
¿CLIENTE Ó CONTRARIO?
A veces en los juicios tienes en contra hasta tus propios clientes.
Resulta que estando con el cliente a la espera de entrar a un juicio penal llegaba la hora señalada para el comienzo y nuestro testigo no aparecía. Le llamamos al teléfono varias veces pero no contestaba . Así que le digo al cliente que se vaya olvidando de uno de los testimonios que podíamos utilizar en su defensa.
Empieza el juicio y durante el interrogatorio de mi cliente le suena el teléfono hasta tres veces consecutivas y porque la juez ya la última le dijo que lo apagara.
Llega la hora de la declaración de nuestro testigo. La agente le llama a viva voz pero no aparece. Ante la falta de comparecencia pido la suspensión del juicio ya que era una prueba que había sido admitida previamente y el testigo había sido citado judicialmente. Por supuesto la juez y el fiscal se niegan a suspender. Hago constar mi protesta formalmente, pero con eso me quedo.
Termina el juicio y al salir me encuentro al testigo en la puerta. ¡No me lo puedo creer¡. Me dice que ha estado en las oficinas del juzgado esperándonos, que ha preguntado a los funcionarios y no le han sabido indicar. Que nos ha estado llamando y no le hemos cogido el teléfono.
Miro a mi cliente y me dice que si , ¡que era quien llamaba durante el juicio¡.
Entro a la sala de nuevo y le explico la situación a la juez, que el testigo está fuera y lo que le ha pasado. No quiere saber nada del tema, ya ha pasado página y está leyendo los autos del siguiente juicio. Hasta tres veces le insisto pero nada no quiere tomarle declaración al testigo, dice que el juicio ya ha terminado y que el testigo no ha comparecido cuando ha sido llamado.
Hubiera sido tan fácil que mi cliente durante el juicio me hubiera hecho la más mínima indicación de que quien le llamaba era el testigo para que yo lo hubiera hecho saber al juez cuando fue llamado, pero a veces, como he dicho al principio, no solo nos ayudan los clientes sino tienen comportamientos contrarios a sus intereses.
Por supuesto mi cliente fue condenado y el recurso de apelación que formulé contra la sentencia contando la película, no sirvió para nada.
Resulta que estando con el cliente a la espera de entrar a un juicio penal llegaba la hora señalada para el comienzo y nuestro testigo no aparecía. Le llamamos al teléfono varias veces pero no contestaba . Así que le digo al cliente que se vaya olvidando de uno de los testimonios que podíamos utilizar en su defensa.
Empieza el juicio y durante el interrogatorio de mi cliente le suena el teléfono hasta tres veces consecutivas y porque la juez ya la última le dijo que lo apagara.
Llega la hora de la declaración de nuestro testigo. La agente le llama a viva voz pero no aparece. Ante la falta de comparecencia pido la suspensión del juicio ya que era una prueba que había sido admitida previamente y el testigo había sido citado judicialmente. Por supuesto la juez y el fiscal se niegan a suspender. Hago constar mi protesta formalmente, pero con eso me quedo.
Termina el juicio y al salir me encuentro al testigo en la puerta. ¡No me lo puedo creer¡. Me dice que ha estado en las oficinas del juzgado esperándonos, que ha preguntado a los funcionarios y no le han sabido indicar. Que nos ha estado llamando y no le hemos cogido el teléfono.
Miro a mi cliente y me dice que si , ¡que era quien llamaba durante el juicio¡.
Entro a la sala de nuevo y le explico la situación a la juez, que el testigo está fuera y lo que le ha pasado. No quiere saber nada del tema, ya ha pasado página y está leyendo los autos del siguiente juicio. Hasta tres veces le insisto pero nada no quiere tomarle declaración al testigo, dice que el juicio ya ha terminado y que el testigo no ha comparecido cuando ha sido llamado.
Hubiera sido tan fácil que mi cliente durante el juicio me hubiera hecho la más mínima indicación de que quien le llamaba era el testigo para que yo lo hubiera hecho saber al juez cuando fue llamado, pero a veces, como he dicho al principio, no solo nos ayudan los clientes sino tienen comportamientos contrarios a sus intereses.
Por supuesto mi cliente fue condenado y el recurso de apelación que formulé contra la sentencia contando la película, no sirvió para nada.
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